Rocas Igneas

La Tierra es un planeta rocoso: la mayor parte de su masa se encuentra en forma de rocas. El hombre ha estado en contacto con ellas desde siempre; hace milenios se conocen rocas como el mármol, el granito o las calizas, pero existe poco conocimiento general sobre su formación.
Las rocas son materiales sólidos que componen la corteza terrestre. Están formadas de un mineral o más.  Sin embargo, aunque existen cerca de dos mil tipos de minerales en la corteza terrestre, solo algunos de ellos forman rocas.

Existen distintos tipos de roca.  Sus características dependen de los minerales que las compongan y de los procesos que las haya formado.  A partir de estos criterios, las rocas se clasifican en tres tipos: Rocas Ígneas, Rocas Sedimentarias y Rocas Metamórficas.

ROCAS ÍGNEAS

Las rocas ígneas (del latín ignius, “fuego”) se originan a partir de un líquido compuesto principalmente por roca fundida, gases disueltos y cristales en suspensión, al que llamamos magma. Los magmas, a su vez, provienen de zonas profundas de la Tierra, donde las rocas calientes, pero sólidas del manto terrestre pueden derretirse parcialmente. El magma se abre camino hacia arriba, dado que es más liviano que las rocas que lo rodean, y es muy rico en elementos pesados, que abundan en las capas más internas de la Tierra. Así, a medida que asciende por la corteza, se va enfriando dando origen a cristales los que al ser más pesados que la parte líquida, se depositan al fondo. De esta forma, el líquido restante se hace cada vez más liviano y puede seguir subiendo.

ROCAS SEDIMENTARIAS

Todas las rocas que se exponen en la superficie de la corteza terrestre se desgastan.  Los cambios en la temperatura o agentes dinamices, como las corrientes de agua y de aire, contribuyen a este proceso de desgaste, que genera sedimentos o partículas de roca.  Cuando una roca pierde partículas, se dice que sufre sedimentación.  Posteriormente, por efecto de la erosione, los sedimentos se mueven a otros lugares, ya sea por la acción del viento o por la interacción de organismos vivos.

El sedimento, producto de la erosión, suele depositarse como capas de partículas finas de rocas.  Usualmente, se depositan en el fondo de lagos y océanos.  Al acumularse, las articulas  se comprimen y forman las rocas sedimentarias, en un proceso de consolidación de sedimentos.  Asimismo, los restos de organismo vivos, como los corales, se compactan en el fondo de charcas, lagos, mares y océanos, y dan lugar a otras formas de roca sedimentaria.  La roca caliza, los conglomerados y la lumaquela son rocas sedimentarias. 

Las rocas sedimentarias muchas veces pueden albergar fósiles, restos de organismos del pasado que permiten conocer la historia y evolución de la vida y los ambientes de la Tierra.

ROCAS METAMÓRFICAS

Las rocas ígneas y las rocas sedimentarias dan origen a las rocas metamórficas.  Estas se forman al someter una roca a un aumento drástico de temperatura y a altas presiones. Cuando cualquier tipo de roca desciende en la corteza terrestre y queda oprimida bao las capas de suelo, pasa a ser una roca metamórfica.  La roca no se funde, pero sus minerales se re cristalizan con formas nuevas.  Algunas rocas metamórficas exhiben bandas, como la roca pizarra; otras en cambio son lisas, como el mármol.